Ella es como el sol, siempre buscando el calor en todo lo que la rodea, siempre buscando el rayo que ilumine su parte más oscura.

Es lo que queda entre la espada y la pared, la luchadora incansable entre lo que le dicta su corazón y le grita su cabeza. Es la ilusión que resta a la perdida de esperanza, la ecuación que por mucho que sumen sigue dando igual a cero. Es un camino por recorrer, con pasos de inestabilidad y momentos en los que la única opción es echar a volar confiando en que sus alas, continúan en el mismo lugar donde fue libre por última vez.

Es la mezcla del día y la noche, del blanco y el negro, son las manos mas frías y el corazón más caliente. Es el lienzo a medio pintar que intenta resolver las preguntas a tantos como lo miren en busca de una respuesta. Es la necesidad de dar todo cuanto le pidan, aunque a veces eso signifique quedar desnuda, quedar perdida, y encontrarse  sola.

Es la alegría de las lagrimas y la tristeza de una sonrisa disfrazada de verdad, es un millón de “te quieros” sus palabras favoritas del mundo, esas que nunca se deja dentro, aunque sepa que no tendrán ningún valor ahí fuera.

Es el abrazo mas fuerte cuando lo da convencida, y da los abrazos mas tristes de despedida, porque cuando se va, sabe que ya nunca va a volver.

Es dulce como las chocolatinas capaces de dar sabor a los días mas amargos, y salada como el mar al que nunca le ha costado serle fiel. Es la lluvia más esperada todos los años, la confiada y segura de que por muy débil que sea la constancia del agua  se lo acaba llevando todo, y es de ahí de donde a veces se llenan de excusas sus ganas de llorar.

Es vida, y respeta todo lo que también lleve vida en el interior, aunque no se llamen humanos, aunque a veces si se llamen, pero carezcan de corazón.

Es el humo de todos los trenes que ha dejado pasar, es la duda que separa el bien de el mal, es la culpabilidad de un inocente que espera su libertad, y la soledad de un culpable al que el mundo le ha dejado de importar. Es secretos y mentiras para esconder su fragilididad, la valentía de una niña que no ha tenido un héroe al que llamar papá. Es la mujer en quien se ha convertido, rodeada de miles de personas pero siempre caminando sola, fijando la meta en sus sueños por cumplir, y dejando cada vez mas lejos el miedo a fracasar.

Es la calma en los nervios, lo que dice y muchas más veces lo que se calla, fantasía, sueños y por momentos realidad, defensora de lo imposible y de lo improbable. Salvadora de almas que hayan dejado de buscar salida a sus tormentos, y son sus propios tormentos a los que a veces se le olvida mandar a callar.

Es la tostada que cae siempre boca abajo a la hora de desayunar, el infortunio de sus palabras porque no siempre piensa antes de hablar. Es la tristeza de ser infiel a los demás cuando violan su sentido común o humillan su manera de pensar.

Es sobre todo la esperanza de empezar un nuevo camino. Es un momento congelado en el tiempo con ganas de volver a empezar, una sonrisa llena de vida, aún cuando no tiene por qué sonreir.

Es de esas personas que aunque no siempre las veas, puedes llegar a sentir.

Un libro lleno de capítulos parada en esa página que no cobra sentido a pesar de volverla a leer, una fotografía estancada en ese tiempo al que ahora le gustaría volver.

Es la puerta que se abre pero nunca mas la que se cierra. Es pasado y futuro, con todo lo que ha vivido y los sueños que le quedan por cumplir, pero sobre todo es presente porque ella ha empezado a creer en el hoy y en el ahora.

Si es especial,como la pegatina que nos ponen en la frente cuando nos salimos de lo común.

Y su especialidad es renacer, las veces necesarias hasta sentirse viva, por completo